sábado, 14 de enero de 2017

Reseña "La plomada de Don Vitto"


#LeónOnBlog - Capítulo 19

OBRA: LA PLOMADA DE DON VITTO

Cuentos. Narrativa. Autora Santafesina Trudy Pocoví. Edición "Premio a la producción Literaria Local Municipalidad d la Ciudad de Santa Fe", Santa Fe, 2003. 121 páginas en un formato de 20x14 cm. Literatura Argentina. Cuentos © 2003. Derechos reservados.  Santa Fe.-

SOBRE LA AUTORA
Nacida en Santa Fe, Trudy Pocovì, es profesora de Francés egresada del Instituto Superior de formación Docente N° 8 “Alte. G. Brown”. Inició luego sus estudios en Derecho en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la U.N.L. Obteniendo títulos de Procuradora y Abogada. Actualmente se desempeña como Asesora Legal en el Gobierno de la Ciudad de Santa Fe, y culminó en el año 2000 el Magister en Administración Pública.

Literariamente tiene publicado dos libros de cuentos “La casa de los Amos” (1994) y “El cazador de moscas-2 (1995) uno de poesía “Jirones de nada” (2001) y un poemario inédito “Poemas sin título pero con algo de nanas, lunas y desamores”. Entre 1992 y 1993 coordinó el Taller Literario para jóvenes dependiente de la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de Santa Fe.
De las numerosas distinciones obtenidas, cabe destacar: Premio Municipalidad de Santa Fe y Premio XV Fiesta Nacional de las Letras 1985; Premio “Mateo Booz” para escritores jóvenes de S.A.D.E; Premio de la Asociaci{on Mutual de Empleados, Rosario, 1993; Premio IV Encuentro Nacional de Escritores, Mendoza, 1994; Premio Certamen Anual “Leoncio Gianello” por libro de poesía inédito, A.S.D.E y Mención Especial en el Certamen “Rosalinda Fernández de Pairotén para poetas del litoral fluvial argentino”, en 1995; ha publicado en revistas literarias de España y Austria, y en diversos diarios del país. Entre 1998 y 2005 integró la Comisión Directiva de la Asociación Santafesina de Escritores.

PALABRAS PRELIMINARES (fragmento)
“Entre la prodigalidad de premios concedidos a minuciosos discursos generados en la pulcritud de ciertos laboratorios literarios -tan acreditados como aséticos- esta distinción concedida por el jurado del Certamen Municipalidad de Santa Fe al libro La Plomada de Don Vitto contribuye a proporcionar la íntima, indispensable y conmovedora reconciliación vincular que los lectores reclaman a los textos (…)
dentro de un espacio legítimo, auténtico, Trudy Pocoví desarrolla la trama de una decena de cuentos cuya carga emotiva, plena de acontecimientos vitales, se revela a través de una laboriosa sencillez, cuidadosamente escogida para suprimir los límites de las desmemoria cotidiana (…)
De allí que el lector atento encuentre, en La plomada de Don Vitto, (…) convocatoria a la celebración de encuentros siempre interesantes, convincentes, sólidos.
Encuentros donde es posible interactuar emocionalmente con el autor y de los cuales se regresa complacido” (Norma Segades Maniás)


LA OBRA

Once nostálgicos relatos dan vida a los cuentos que el lector se encontrará en “La Plomada de Don Vitto”. Una obra exquisita, pintoresca, con color a añoranza y olor a nostalgia... Exquisita por su contenido, la anécdota, y lo referencial de una época, algunas de las cosas llegan a nuestros días y seguirán persistiendo pese incluso a cualquier avance tecnológico, porque a nuestra especie nos domina precisamente comunicar, enseñar, trascender los pequeños conocimientos, y algo, por más ínfimo que parezca siempre alguna costumbre pasa de generación en generación, tal vez mutando un poco.

Trudy Pocoví... encantado por su libro... encontré: Un vocabulario sencillo pero enriquecido, hábil y versátil narradora, ingeniosa, sensible y con buen sentido del humor, verdades volcadas en las páginas sin medias tintas, datos concretos de una época, costumbres y rastros del inconsciente colectivo, lo ciclico o lo permanente de historias comunes y otras para nada comunes, una mente soñadora que permitió arriesgados desenlaces fantásticos, increíbles o intrigantes. en los  Recorramos al pasar algunas de estas historias que se nos presentan...

“La Plomada de Don Vitto”: Da nombre al libro, nos recibe a estas páginas particulares. Parece uno de esos textos con textos dentro de ellos, historias que se entrelazan para permitirnos cautivarnos en una maya literaria en donde se aunan por un lado la descripción de circunstancias anecdóticas de niños y las historias que a la edad temprana no entendemos, pero de grandes como que cobra sentido. La voz del protagonista de este cuento puede percibirse ya de grande relatando sobre una época y esos personajes pintorescos o emblemáticos de un barrio.
“Y jamás ninguno de nosotros osó hurgar en el pasado del pobre viejo.
Además, no sé si nos hubiera contestado. Había tardes en que su silencio era más sólido e impenetrable – y apabullante- que el busto de Sarmiento en el patio de la escuela. Sus ojos se volvían brumosos entonces, con la opacidad densa de la nostalgia. O las derrotas” (Pág. 15. Fragmento “La Plomada de Don Vitto”. Trudy Pocoví)

“La flor de la higuera”: ¡Me encantó! Yo era el típico niño que con sus amigos llegábamos hasta lo último cuando de aventura se trataba, más aún si se refería a un mito, una leyenda, algo de miedo o que asustaba. Siguiendo con la lectura los desenlaces, giros, y finales de los cuentos de la autora son  inesperados.

“La libreta de ahorro”; “Las amigdalas” y “El hermano de Bienvenida Villanueva” reúnen el universo escolar, o los “traumas” que trascendieron desde la infancia. Cada uno con su color pintorezco y con tramas que concentran datos muy “cercanos”, tan familiares de una época de antaño. La autora no deja de ser muy perspicaz e involucra datos de la realidad política, social, económica de determinados periodos o años de la historia nacional, como referentes locales (comerciantes y otros actores sociales), como dejando un halo de opinión intertextual -si lo interpreto como una fantasía, recordemos “la muerte del autor”-

“No sé si todos, pero mi corazón era un nudo palpitante de sensaciones extrañas y estrafalarias, un agujero negro por el que se escapaba la calma y la curiosidad me comía la pielcita por debajo de las uñas. Yo necesitaba un diccionario, un buen y gran diccionario... (…) Que su lectura te sea de provecho”. De puño y letra de la señorita Marta... Pero...”. (Pág. 42/ 43. Fragmento “La libreta de ahorro”. Trudy Pocoví)

“- Espere afuera señora, dijeron y una de aquellas puertas se interpuso monolítica entre la abuela y yo. Nunca me había separado de ella por tanto tiempo.Nunca. Y ese conocido y repetido temor huérfano, de volver a perder lo perdido, me desdibujab a por momentos el cuarto y sus olores, hasta que la lágrima al fin se suelta silenciosa y suave. Resignada.
Y la insensible y compacta puerta se abrió y se cerró u centenar de veces. Demasiadas veces. Y yo estiraba el cuello y descolocaba los ojos buscando vislumbrar a través de aquella barrera infranqueable, la figura fugas de la abuela, buscando volver a ver, por un instante, e rostro curtido de aquella mujer que esperaba con milenaria paciencia sentada en uno de los bancos de madera, con toda la dureza de la madera y de la vida en la mirada cabizbaja. Pensativa. ¿Qué pensaba la abuela? ¿Qué pensaría? ¿Cómo me hubiera gustado averiguarlo!” (Pág. 15. Fragmento “La Plomada de Don Vitto”. Trudy Pocoví)

Así se suceden la mayoría de estos relatos desde las voces de niños o niñas. Casos de la “maestra mala”, o los casos de bullying, las aventuras – travesuras-.
También hay relatos que con realismo fantástico inquietan con factor sorpresa intacto, por ejemplo en “La cámara séptica” o“El árbol con música”, el primero con mucha humorada, el segundo inquietantemente -si se me permite el término- conmovedor.

Odas a la nostalgia en “El duende del jardín”y “De pesca con papá”, el primero ensoñador, te lelva a la niñez tomado por las solapas o los cordones de nuestros zapatos bajo al cama, y el segundo emocional y muy ameno, cierras el libro con un sentimiento hermoso, un viaje a nuestra propia niñez, porque con circunstancias diferentes muchas cosas las vivimos de alguna similar manera y con las “mismas” cosas.

“Estaba aquí con mi padre e ´íbamos de pesca, uno al lado de l otro, en nuestras bicicletas (…) Sí, cada vez estaba más seguro que Dios disfrutaba con nosotros de los verdes cipreses y de los sonoros eucaliptos mucho más erguidos que aquellas losas de mármol manchadas de verdín y humedad.
Los montículos de césped bien podado, las lápidas sin vida, las herrumbrosas cruces sobre dolientes parcelas no eran, no, de ninguna manera, el verdadero mundo. ¡No! Eso no era Dios... Dios era otra cosa ¿tan otra cosa, querido onkel Pfarrer! Dios era los algarrobos corpulentos y los lapachos deshechos en flores que pap{a me señala con su dedo... Dios estaba en aquellos cardos que crecían silvestres a la vera del camino y nos saludaban agitándose a nuestro veloz paso... Dios se hamacaba en las cañas y armaba brazoladas” (Pág. 114/115. Fragmento “De pesca con papá”. Trudy Pocoví)

Me cuesta ser  breve, considero que mi estilo tiende a que se conozca tanto la obra como a su autor o autora y hablar de los recursos o elementos que me interesa destacar del libro reseñado.


Puntaje extra: Que permita un viaje nostàlgico con referencias concretas, cosas que solo pueden percibirse con las pupilas de un niño, las herramientas literarias puestas al servicio de una gran experiencia de lectura, lenguaje en esta oportunidad sencillo y con mensajes muy profundos. Color a la ciudad capitalina de Santa Fe de la mano de lo sensiblemente anecdótico. 

Felicito a su autora.

Puntuación-Estrellas: 4.0/5

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Contacto:
  • Correo: trudypocovi@hotmail.com 
Archivo Fortín Mapocho















Fotos: (de Izq. a der. ) Dedicatoria "Leonel: ¡Vale el esfuerzo! No es fàcil el camino pero es lo que nos define en la vida" Octubre, 2016. Junto a Trudy Pocoví, en manos otra de sus obras "Jirones de nada" pronto su reseña, y finalmente la menciòn de "Premio a la Producciòn Local Municipalidad de Santa Fe. Gènero Narrativa. Cuento, 2003.-

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Mis Estrellas

Ante todo debo contarles que los parámetros muchas veces difieren, pero en las Reseñas Literarias de la Sección "León On Blog" con el "Puntaje Extra" es donde puedo ser específico en el porqué de la cantidad de Estrellas como también los decimales. Por último, ninguno es para el olvido, pero no todos para atesorar con predilección.

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1/5 - Me llevó muchísimo tiempo debido a su estilo de escritura, tal vez contenía demasiado momentos de reposo y perdía el interés. Esto no se aplica a las obras que aunque me permitan una lectura ligera mis tiempos personales ocasionaron la demora. Aquí pondría los libros que no me dejaron nada destacable: no pude siquiera poner puntaje extra por las técnicas, recursos literarios, un estilo propio o por una trama apasionante pero muy mal redactada.

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2/5 - Un libro en el que me faltaron elementos que me lleven a cerrar la sensación de un trabajo literario intenso, sea con técnica literaria o con destreza autodidacta o natural.

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3/5- Es un libro interesante. Posee alguna de estas cosas: buena trama, destacable estilo, impronta personal, un buen mensaje entre líneas o explicito, valoro algo de esto que menciono para recomendarlo pero no me apasionó, no me atrapó de principio a fin en cada página.

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4/5 - ¡Un libro para recomendar sin lugar a dudas! Denoto un trabajo y una fluidez natural para la comunicación literaria. Buen mensaje o destacable lírica. Me enganchó, su lectura ha ido de mediana a rápida. ¡En cada página te atrapa más o te sorprende gratamente! Se te mojan las pupilas o te ríes en voz alta. Lo buscas en una biblioteca amiga o pública o en una librería.

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5/5 - ¡Cómpralo porque es una maravilla! a las 4 estrellas sumarle que es un libro que estará por siempre atesorado en mi haber espiritual como físico. No quiero separarme de él jamás. Ha sido de una experiencia tan grandiosa que está al nivel: "¡Lo recomiendo profundamente pero no lo presto!"