#LeónOnBlog | Capítulo 30
Reseña Literaria Leonel Alvarez Escobar
La jornada / César Bisso. - 1a ed . - Rosario, Editorial Ciudad Gótica, 2020. 72 p. ; 20 x 14 cm.
ISBN 978-987-597-407-4 1. Poesía Argentina Contemporánea. I. Título. CDD A861. Revisión de estilo: Graciela Zanini. Diseño de tapa y maquetación: Sergio Gioacchini. Impresión: Editorial Ciudad Gótica ciudadgotica@hotmail.com www.cgeditorial.com.ar Mendoza 1184. Of. 2. Rosario - Argentina. Impreso en Argentina - Printed in Argentina. Primera edición: marzo, 2020
EL AUTOR
César Edgardo Bisso es oriundo de Coronda, Santa Fe, 1952. Escritor, sociólogo, periodista independiente y docente universitario. Ha publicado los siguientes libros de poemas: La agonía del silencio; El límite de los días; El otro río; A pesar de nosotros; Contramuros; Isla adentro; De lluvias y regresos; Las trazas del agua (antología); Permanencia; Coronda (antología); Un niño en la orilla; Andares; y De abajo mira el cielo, recientemente editado por la Universidad Nacional del Litoral. En ensayo, publicó Cabeza de Medusa y, como coautor Discutir el presente, imaginar el futuro, textos sociológicos referidos a la problemática del mundo actual.
Su obra poética figura en diversas antologías publicadas en el país y en el exterior. Obtuvo numerosas distinciones literarias, entre ellas el Premio José Pedroni, máximo galardón que otorga la provincia de Santa Fe en poesía. Colabora con notas de opinión y artículos sobre sociedad y cultura en publicaciones argentinas y extranjeras. Fue uno de los organizadores del Primer Festival Internacional de la Poesía, celebrado en Buenos Aires en 1999. También ha sido invitado a participar en diferentes ediciones de la Feria del Libro de Buenos Aires, como así también en festivales de poesía, ferias y encuentros culturales realizados en el país y en diversas ciudades de América Latina y Europa. Algunos de sus textos poéticos fueron traducidos al inglés, francés, italiano, portugués, alemán y turco.
LA OBRA | Liminares
"Acerca de La jornada - Este libro fue escrito cuando la Línea San Martín aún no contaba con vías ferroviarias elevadas y todo sucedía a ras de la tierra. En su carácter de texto inédito, fue premiado en el marco de dos certámenes literarios nacionales, realizados en 2013 (Fundación Acero) y en 2015 (Fundación Argentina para la Poesía), respectivamente. En uno, el jurado estuvo integrado por los poetas Rafael Felipe Oteriño, Santiago Sylvester y Jorge Boccanera. En el otro, por los poetas Antonio Requeni, Fernando Sánchez Zinnny y María Judith Molinari.
A todos ellos agradezco profundamente el reconocimiento a esta obra. Y también a todos aquellos seres anónimos que transitan a diario los andenes, cada uno con su historia, cada uno con su esperanza. El autor." (Bisso, César. "La jornada", 2020: 5)
"Odiseo urbano - La jornada habla del viaje en tren que un hombre realiza a diario para cumplir sus tareas laborales en la gran ciudad y en cuyo trayecto, tanto de ida como de vuelta, registra personajes, escenas y escenarios, esperanzas y frustraciones, que reflejan la realidad social en un tiempo y lugar reconocibles.
Como un Odiseo urbano, este cronista anónimo –¿el poeta?, ¿la conciencia de la época?– da estatura verbal no a cíclopes, magas, tormentas y naufragios, sino al variado cuadro de criaturas que lo sustituye –númenes despojados de toda gracia– pugnando por hallar en la aventura de cada día su lugar en el mundo.
En ademán opuesto al de Rimbaud, que un día sentó a la Belleza en sus rodillas y la encontró amarga y la injurió, el poeta rescata, como una flor última, las ilusiones, cuando no el candor, que se tejen en el trajín de estaciones y horarios de la relojería impiadosa que rige la peripecia humana.
Son textos breves, dotados de la intensidad del epigrama, en los que no hay lugar para la metáfora –antes bien, se trata de retos–, que tienen la virtud de dejar en el lector el relámpago de una advertencia, el pathos de una verdad, erguidos como testigos y testimonios de la vehemencia de la vida en su temporalidad. Rafael Felipe Oteriño" (Bisso, César. "La Jornada", 2020:7)
EL TEXTO | Reseña literaria
La primer impresión la logra "Domingo Cabred, 06.36", desde el primer verso, y nos da un aviso que no vamos a encontrarnos con la simplicidad de un texto poético. Me sacudió las pupilas con un: "No es alba revuelta de sol". Esa declaración lo llevó a plantar una bandera en mi atención y como en símbolo de advertencia me prepara para una experiencia única. Un viaje que comienza en un andén y que se volverá una aventura vías adentro.
Este poema es sin dudas un boleto, una invitación a disfrutar de esta jornada que se propone. Existe un yo lírico, que se signa como protagonista y que le da participación estelar a los otros, los que están allí en el anden, o porque no ahí, leyendo la obra:
"La mañana encalla
sobre mis hombros y sobre otros,
desamparados,
a lo largo del andén."
(fragmento de "Domingo Cabred, 06.36" en "La jornada" 2020:11)
El viaje nos permite ir hilando las estaciones, mientras describe una geografía humana por sobre el paisaje que se atraviesa. Así todo arranca en el apartado llamado "Partir", con los poemas: "Manzanares, 06.44"; "Pilar, 06.59"; "Villa Astolfi, 07.04"; "Presidente Derqui, 07.09"; "Sol y Verde, 07.15"; "José C. Paz, 07.21"; "Muñiz, 07.31"; "Bella Vista, 07.35"; "William C. Morris, 07.39"; "Hurlingham, 07.43"; "El Palomar, 07.50"; se nos cuenta del escenario y de sus protagonistas. Desfilan entre los versos hombres y mujeres inmersos en el ruido del andar diario, también algún grafiti o estatua que pueden ser las ideas o las mentes congeladas en el tiempo, esperando alguna revelación, algún sacudón.
Uno de los temas universales, el destino, se confronta con la idea de la rutina, la cotidianeidad, la alienación:
"Criaturas del silencio
que no preguntan adónde van
ni cuándo darán la vuelta.
Partir y regresar, día tras día,
la única manera de no estar muertos."
(fragmento de "Pilar, 06.59" en "La jornada" 2020:11)
De repente el "yo poético" declama, declara, denuncia sin entrar en rodeos:
"Nada es diferente en los títulos.
Los mismos fantasmas desfilan
por la memoria vulnerada."
(fragmento de "Villa Astolfi, 07.04" en "La jornada" 2020:13)
Realizar una reseña de este tipo de texto literario, presentado exquisito e inteligentemente -si se me permite el termino-, me resulta de un gran placer. Tratar de reponer -con mis percepciones, y con todo lo que me va sugiriendo o inspirando- los vacíos, las preguntas se convierte en un proceso placentero al que se agradece el resultado. Pero como la intención no es hacer spoilers de fragmentos de alto vuelo o de alto impacto en las pupilas, ni tampoco pecar en todo el análisis de una atrevida subjetividad procuraré concentrarme un poco en elementos del texto.
Por ejemplo el vocabulario: es muy cuidado y culto, pero no exagerado ni barroco, el léxico refleja una experiencia, un camino que evidencia, en el autor, mucha práctica como artífice de las letras que decidió compartir. Destaco que hay palabras que hay muchas palabras que no son de uso corriente, pero parecen traídas del pasado. Se utilizan palabras que hacen reminiscencia a otra época, pero que persisten en los libros, o que podemos apreciar en películas ambientadas en el Romanticismo. Podría decir que las encontramos en la literatura clásica, pero es un texto muy moderno, marcadamente contemporáneo. Hay casos para ir al diccionario, pero no le quita en nada el sabor a la lectura, todo lo contrario.
Sin lugar a dudas el verso libre está ejecutado con destreza, así como la necesaria musicalidad. Nunca deja de asombrarme este estilo. ¿Cómo es posible la cadencia "sin" la rima?
¿Las metáforas? sin lugar a dudas magistrales. Acaso ¿Se puede pintar el paisaje de una villa con bestial belleza? Sin lugar a dudas si. Es clave comprender que no está disfrazando la pobreza estructural reluciendo alguna arista maravillosa de ese paisaje. el autor describe esa miseria pero la metáfora solo "cuenta" de ese escenario que se ve desde el tren pero con otras palabras. Hay que tener sensibilidad y un buen uso de la estrategia -o destreza- literaria, para no "dibujar" imágenes equivocadas o falaces, cuando se "cuenta" la realidad.
También nos invita a conocer lugares, o a "reconocerlos":
"Contemplo la casa del mal.
No ha desaparecido.
Blanca y celeste, yace.
Desnuda de gloria."
(fragmento de "El Palomar, 07.50" en "La jornada" 2020:23)
En muchos de los poemas existen esos versos que me inquietan, que me interpelan, me conmueven, deseo llorar, o dajar caer este par de lágrimas que me hicieron pinchar las pupilas, y se agradece:
"(...) Trago saliva.
Acorazo el estómago.
Retengo el aliento.
Las ratas merodean
el basural.
Avizora el hambre.
La fealdad resurge.
Hay olor a vida puerca.
Quiero escupir mi alma."
(fragmento de "La Paternal, 08.12" en "La jornada" 2020:29)"La jornada" sigue su curso.... arrancamos a las 6.36... no pasó mucho tiempo, pero a esta altura pasó de "todo". El poeta sigue hilando estaciones, o paradas, o momentos, o personas, o tiempos, o escenas, o circunstancias. Seguimos viajando con los poemas: "Chacarita, 08.17"; "Palermo, 08.22"; y "Retiro, 08.30".
En este punto de la obra aparece la entrada a un apartado llamado "Retornar". "Itaca" es el destino de este Ulises viajero. El sol, en este punto, debe estar naranja. Entonces el viaje es hilado con los poemas: "Retiro, 17.04"; "Palermo, 17.12"; "Chacarita, 17.17"; "La Paternal, 17.21"; "Villa del Parque, 17.26"; "Villa Devoto, 17.29"; "Sáenz Peña, 17.32"; "Santos Lugares, 17.35"; "Caseros, 17.39"; "El Palomar, 17.43"; "Hurlingham, 17.49"; "William C. Morris, 17.53"; "Bella Vista, 17.57"; "Muñiz, 18.01"; "San Miguel, 18.04"; "José C. Paz, 18.11"; "Sol y verde, 18.17"; "Presidente Derqui, 18.23"; "Villa Astolfi, 18.28"; "Pilar, 18.33"; "Manzanares, 18.48"; "Domingo Cabred, 18.56"... es un viaje que no deja de describir un zoológico, una obra de teatro, una novela épica, un pasaje histórico o una pena en la realidad. Tal vez un viaje para chocar contra pensamientos o realidades y morir... para renacer.
"¿He llegado a Itaca?
Abanicos chinos, artefactos,
y más ofertas triviales
ambulan el andén, todavía.
Quedan desechos de ilusión
desperdigados en las vías,
bajo el mantel de la luna.
Algunos aciertan la senda
y sus cuerpos marchan
arrastrando la cruz, el sayo,
la espinada corona del sueño.
¿Ha culminado el duelo?"
(Fragmento de "Domingo Cabred, 18.56" en "La jornada" 2020:55)
Todo es posible en el universo de la interpretación. Por eso el gusto del análisis les recomiendo sea personal, aunque luego lo pongan en diálogo con otras mentes. Para enriquecer la experiencia de lectura. La experiencia de este viaje página a página.
La obra va cerrando la travesía. La caratula "Perdurar" nos recibe para recorrer el último tramo. Entonces se encadenan los poemas: "I" - y vuelvo a enjugar mis ojos, ¡Qué maravilla!;- lo prosigue el "II" -Que me emociona, ¡Cómo logra interpelarme así!-; lo continúa el "III" -¡y es sagaz!-; lo intercepta el "IV" -con aire de esperanza-; sigue las huellas el poema "V" -¡la determinación se suma a la esperanza!; continúa intenso el poema "VI" -me intriga llegar al final ¿Hasta donde piensa llegar?-; ahora clama, grita, declara, el poema "VII"; sorpresa el poema "VIII" -¡Recapitulación!-; como un instante para detenerse obligatoriamente a reflexionar nos impactamos contra el poema "IX".
Una obra que recomiendo con total corazón e imperiosidad.
Una obra que recomiendo con total corazón e imperiosidad.
Obras necesarias; o elementales. Obras de ésas OBRAS.
Un poemario de altura.
Puntuación: 5/5.
Espero hayan disfrutado de la reseña, tanto como a mi la lectura de la obra y dedicarme a reseñarla.
Agradecimiento al autor por la colaboración con el Blog.
¡Pronto mas reseñas del señor César Bisso!
Comunicación con el autor: cesarbisso@fibertel.com.ar
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