Cuando vamos transitando la vida, muchas veces -y en el mejor de los casos- maduramos nuestras ideas y cambiamos nuestra manera de ver las cosas, de interpretar la vida. Hoy es un día especial vísperas de mi cumpleaños número treinta y siete, estoy más que complacido con este tramo vital, lleno de experiencias maravillosas y felices pero también de las otras, ésas que te enseñan a ser fuerte, o más listo, las que te dejan lecciones para poder ser más feliz. Pese a esto -que ya de por si es algo que vale la pena y cada uno sabe porqué, lo más importante personalmente para mí es hallarle el sentido a la vida, descubrir mi misión.
Entre las cosas mas importantes para mí están el amor y una misión a concretar movilizado por este sentimiento. Sea en la responsabilidad y el disfrute que permite nuestra familia, como nuestros sueños, nuestros trabajos, nuestros pequeños objetivos cotidianos.
He sido bendecido por Dios con este don que me permite escribir y cristalizar mis ideas, compartir mi filosofía, y dejarla en mis libros. Esa es parte de mi misión, el sentido. No seré perfecto -como todos- pero busco vivir con la mejor versión de mi mismo. Vivir por mi y para mí, pero sabiendome inmerso en un mundo lleno de seres humanos, por ende imposible ser egoísta, imposible no vivir socialmente y contribuir de alguna manera -aunque sea pequeñísima- a mejorar -con actividades sociales o políticas- al menos mi entorno.
Por las experiencias he aprendido a ser paciente, pero no quedarme sentado a esperar que lleguen las cosas, que puedo hacer una cosa a la vez - y es lo más ideal- o hacer varias cosas -te estresa pero al final a muchos nos resulta eso de "ganar tiempo"-; que debo descansar -poner stop cada tanto y relajarte- he aprendido a fortalecer mi espíritu, a resistir, a caerme y a levantarme para continuar el camino hacia adelante, he aprendido a luchar sin cansancio, he aprendido a buscar la felicidad y a vivir el presente -planificando y construyendo el futuro-, aprendí a no ser un estereotipo -innovar, reinventarme, hacerlo todo, sorprender, no encasillarme, disfrutar a pleno y vivir en libertad- sobre todo aprendí a soñar que todo es posible...
Hay muchas personas que me inspiran lucha: mi familia - toda-; mis amigos y colegas por trabajos y por la literatura -de todas las áreas donde participo- y aquellos gigantes que también dejaron -y dejan- huella en este mundo.
Me puedo bajonear, deprimirme fugazmente, pero sigo siempre procurando una sonrisa, levantándo la frente y creando, porque -como cierro mi libro "Sombras y Conjuros. Es el momento de redimirse"-: "Los luchadores jamás se rinden".
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redimirse...
(C) Leonel Alvarez Escobar, 2014. Ed. Dunken, Bs. As.
Locución: María Laura Storani.
Algunos de #MisLuchadores, por orden de aparición:
- Ana Frank
- Atahualpa Yupanqui
- Aung San Suu Kyi
- Dr. Esteban Maradona
- Jesús de Nazaret
- Madre Teresa de Calcuta
- Mahatma Ghandi
- Malala Yousafzai
- Gabriel García Marquez
- Nelson Mandela
- Oscar Wilde
- Dr. Renè Favaloro
- Rigoberta Menchù
- Emma Moroncini
- Valerie Solanas
- Nick Vujicic
- Oscar Pictorious.
Y cuantos cientos y cientos de luchadores me quedan...
miles son anónimos o están aún en las sombras. Bendiciones a ellos!
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