Pasemos a la obra, este poemario que cristaliza pensamientos de su autora, reflexiones que entrelazan el conocimiento de la producción literaria que ha leído, seguramente trabajado en taller de escritura o en sus actividades como docente. El mismo ha sido presentado en diversos ámbitos y eventos, entre éstos en la Presentación de una selección de la Colección "Cuadernos y Palabras" en las instalaciones del Asociación Santafesina de Escritores, A.S.D.E, Sede de la biblioteca Luis Di Filippo, la que estuvo a cargo del Editor de Colección "LuzAzul", destacado escritor y autor Oscar Ángel Agú.
Es sabido que un bestiario mitológico es una recopilación de animales y criaturas mitológicas monstruosas, quiméricas e irreales, y en este poemario eso es lo que encontraremos. Ahora si me debo confesar, cuando supe el nombre de este libro de Jorgelina Garrote, pensé inmediatamente en el primer libro con la firma de Julio Cortázar, en donde publicó una serie de cuentos que nos presentaba protagonistas con comportamientos humanos como la manifestación de los propios miedos, situaciones límites o encrucijadas, hasta hechos que rendían cuenta sobre las desigualdades puramente sociales. Tal vez, Jorgelina también nos quiere presentar bestias pero para explicar emociones humanas, y las cavilaciones propias de una escritora. He aquí un desafío a su hacer.
EL PORTAL | Cita Jorge Luis Borges
"Ignoramos el sentido del dragón como ignoramos el sentido del universo pero hay algo que concuerda con la imaginación de los hombres" ("El libro de los seres imaginarios")
Sin mayores preámbulos Jorgelina Garrote parece que nos invitará a transitar páginas sobre elementos míticos, fantásticos, y esto se irá confirmando mientras avanzamos en la lectura en donde los títulos de los poemas actualizan: duendes, quimeras, dragones, esfinges y tantos otros. Ahora bien, la cita que eligió la autora menciona la ignorancia de un misterio o desconocimiento sobre el sentido de la existencia del mismo, llámese dragón por ejemplo, pero también nos recuerda que hay algo que nos conecta a todos y es la imaginación. Con una lectura siempre personal podría decir que este libro nos presentará estos misterios y que lo que nos permite conectarnos con ellos, a todos, es nuestra propia humanidad, nos brindará las palabras que describen pensamientos o sentimientos que poseemos todos solamente por nuestro ser. Podemos desconocer porque existe/necesitamos que exista /nos cuestionamos su existencia pero lo que no podemos ignorar es que nos ayuda a encontrar respuestas, y mediante el lenguaje poético le podemos poner forma a estos pensamientos...
EL CORPUS | Bestiario Etc.
La obra esta dividida en dos apartados o capítulos. El primero de ellos se llama "I: Los de más acá". En este se encuentran los poemas:
- Los seres térmicos sea
- Quimera/s
- La esfinge
- Los ángeles de Swedenborg
- Un animal metafísico
- Los Selenitas
- El doble
- Cíclope
- Eco
- El gato de Cheshire
LOS SERES TÉRMICOS, SEA
Pareciera que la autora nos lleva a un universo literario en donde timoneamos. Será la imaginación la que permitirá un viaje exquisito y fantástico. Mientras nos habla de temas profundos, íntimos o personales como por ejemplo nuestro temperamento.
"(...) Son unos duendecillos escondidos
entre los zócalos
o las hendiduras de humedad,
apenas perceptibles,
y moderan mi animosidad, como la tuya.
(Ibidem, página 7)
Se nos presentan unos seres que están demasiado cerca nuestro, en lo cotidiano, en lugares ordinarios, todo el tiempo rondando y que son los encargados de moderar la hostilidad.
(...) ¿Qué haría yo sin los duendecitos
que gradúan con el termómetro las horas,
los recuerdos y las nostalgias
de la que no tengo resto
(Idem, página 7)
Parecen seres indispensables, si la temperatura representa el enojo o la antipatía, son precisamente ellos los que nos mantendrán en línea, los que pueden impedir que el temperamento haga zigzag y no se represente como el filo de las baldosas, tan regular en 90º.
(...) yo quiero seres térmicos
en el bolsillo todo el tiempo,
o sea, una temperatura estable
ante las estridencias
de las que no soy artífice"
(Idem, página 8)
Sin dudas son necesarios estos "duendecillos", que pueden ser los pensamientos internos, la ejecución de modos de ser, modos de estar, preferencias por la calma, la quietud, aun cuando nos avasallan circunstancias cotidianas, "estridencias", de las que no somos responsables pero debemos sortear con la mejor actitud. Tal vez cuando explotamos, por la injusticia por ejemplo, se debe a que estos duendecitos no han podido moderar ese termómetro...
QUIMERA/SEsto era un ser monstruoso femenino que fue creado por la mitología griega. Se dice que la cabeza era de león y arrojaba fuego por la boca, cuerpo de cabra o mixto entre león y cabra, de su lomo salía una segunda cabeza de cabra, y su cola era una serpiente, pero en base a esto podemos referenciar tanto el poema como todo el poemario como un universo fantástico. ¿Acaso "Quimera/s nos presenta a las diferentes actitudes que vamos manifestando, de acuerdo a los momentos, las circunstancias o las personas?
"Que la gente se cansa de una,
como una se cansa de la gente es,
diríamos, parte de la convivencia,
a veces pongo cara de dragón,
echo fuego por la boca,
chamusco macetas y malvones,
me planto en la terraza
como una heroína inmortal,
a sabiendas de que no lo soy.
(Idem, página 9)
Me hace pensar que esta analogía representa cuando nos enojamos, y destruimos o atacamos la vida misma, al chamuscar las plantas, pero también deja ver que la actitud altiva, poderosa, heroica, ubicada sobre la cima no es necesariamente lo que define a la protagonista.... reconoce su vulnerabilidad, reconoce que actúo de esa manera, como destructiva, solo por el hastío. Nuestra humanidad necesita de esos "duendecillos moderadores", necesitamos de "seres térmicos" para no incendiarlo todo.
"Si llueve, elijo la cabra, tozuda y tenaz
para las empresas inútiles o
para sostener el día a día
como cualquier mortal.
Cuánto de cabra hay que alimentar
en una para no sucumbir
entre las noticias del día
y los desarraigos, a veces funestos, (...)"
(Idem, página 9)
Cuando leía este poema, trataba de pensarme en esas situaciones, en las que debo acomodarme a las situaciones, a los entornos, las personas, las tareas, y a la misma realidad social. Cuando leí lo de "cabra tozuda" pensé en el tema de mantenerse firme. Digamos que ante la adversidad o todo aquello que nos golpea o nos moviliza permanecemos estoicos, pero precisamente alcanzar ese grado lleva procesos diarios, algunos terribles, pero día a día fortalecemos esa firmeza, esa tenacidad férrea.
" (...) Y si todo marcha bien,
si una se levanta de una buena noche,
me acomodo en la cabeza del león,
con la boca que parece
comerse hasta las letras
del abecedario,
con esa avidez
del optimismo sin reparos (...)"
El yo lírico vocifera ese estadio de empoderamiento, esperanzador, nos anuncia la vivencia de días completamente diferentes a los que viene enunciando... no siempre hay días de hastío, de estar cansado, o de sentir que tenemos que estar firmes antes las embestidas, o las cosas que nos afectan, nos sensibilizan, nos humanizan.
No encontramos en los versos como manifestaciones de verdades reveladas, lo que encontramos es el hacer poético maravillosos de quien es diestro en utilizar el lenguaje literario para actualizar saberes propios, cotidianos y ayudada por la intertextualidad cristalizar pensamientos que nos tocan de muy cerca a todos.
LA ESFINGE
"Mientras camino veo esfinges
en todas partes o será que la duda
me persigue en las baldosas rotas.
No se cuantas crucé hoy,
silbándome en las ochavas,
mordisqueándome los talones
como los perros vagabundos
enardecidos con cuanto auto
se les cruza en sus límites.
Hay una que entiende
mis angustias,
me detiene
en la esquina de la estación de servicio,
enlaza su cola entre mis piernas
y me pregunta una, dos
y tres veces lo que no sé.
Tendré que releer a los clásicos,
hacerme ovillo como los osos en invierno,
consultar a Platón
con el alma doblada en cuatro,
a mano el diccionario filosófico.
Y si aún el enigma sigue ahí
esperando igual que un lamento.
Tendré que recurrir a las flores del naranjo
o a los jazmines del aire
de la vieja casona del boulevard ,
desprender hojitas de los paraísos,
y sentarme en cuclillas
como las machis ancestrales
mirando al este
donde hace cuenco la laguna. (...)"
(Idem, página 11)
Me pasa que con "La esfinge" imagino un recorrido. Como si el personaje protagonista del poema transitara siempre un mismo recorrido, una senda habitual. En este recorrido observa la gente haciendo diversas cosas. Esas gentes son las esfinges. En cada esquina, en cada parador, en cada plaza, en cada vereda, el enunciador recuerda a estos personajes que se mueven en la urbanidad de la ciudad, y cada uno de ellos, al ser observados con empatía o simpatía, lo lleva a reflexionar en el "¿Porqué tal cosa?" o "¿Porqué tal otra?"... si encuentra un joven trabajando en un semáforo; una pareja de adultos mayores sentados de la mano en el banco de una plaza; un trabajador que le pregunta si sabe si va a llover; esto o lo otro... a veces esos "¿Porqué?" son los que la ponen filosófica, ponen reflexivo al protagonista del poema, por eso menciona a Platón, y seguramente se cuestiona por el sentido de tantas cosas....
El poema me hace creer que a veces el ser humano que siente, que piensa, necesita volver a la naturaleza, a los mensajes de la sabiduría ancestral, al encuentro con uno mismo y a la autocontemplación... Es increíble que un poema que está jugando con una figura fantástica y surreal termine llevándonos a vernos atravesar el Boulevard Galvez y terminar mirando el espejo de la Laguna Setúbal ensimismados en nuestros pensamientos...
Tal vez no es nada de esto, quizás el poema nos habla de un camino de maduración, en donde uno va cuestionando y encontrando respuestas en nuestros mayores. Donde cada esfinge son esas personas que nos dejan enseñanzas, y crecemos, y nos rodeamos de gente que nos enseña con intención o sin saberlo.
Finalmente el personaje debe contemplar los misterios, reflexionar sobre sus dudas, o incluso se vuelve también una esfinge.
No realizaré un análisis casi exhaustivo de los demás poemas: pero "Los ángeles de Swedenborg" me proponen dos cielos adonde acceder por mis acciones o por mis preferencias, cada uno siempre debe elegir realmente donde está su "paraíso".
"Un animal metafísico" me lleva a pensar en una crítica hacia la sociedad, en un aspecto por el consumismo, la globalización, la perdida de la identidad, entre otras denuncias.
El poema "Selenitas" propone un particular viaje a la luna, por un lado también con mirada crítica a la sociedad actual, sus ritmos, sus preocupaciones u ocupaciones, la necesidad contemplarlo todo desde otro lado, escapada de esta realidad aunque acompañada por un equipaje que incluiría tesoros que le son parte de los afectos mas preciados en la Tierra. Por el otro lado, como un profundo respiro, uno necesita parar, renovarse. En "Selenitas" pareciera que se encontró una manera poética de decir "me mando a mudar, no sé a la luna, que necesito quietud, gente nueva, experiencia, conocimiento o saberes diferentes", o quizás nada de esto... porque está esa posibilidad también.
"El doble": nuevamente el agua, el reflejo. Un personaje frente al espejo en donde la autocontemplación lo encuentra preguntándose por ese que dejó atrás. Lo que hizo u omitió. Nos habla del que está ahora, ahí, aquí.
"Cíclope" ; "Eco" y "El gato de Cheshire": me inspiran un análisis mas adulto, desde el plano de la intimidad.