Sección
#LeónOnBlog | Capítulo 22
OBRA: Jirones de Nada
Poesía.
Autor: Trudy Pocoví. 1a. Edición, Santa Fe. 2001. 68 páginas en un formato de 22x15 cm. 1. Literatura Argentina. I. Título. Impreso
en Sana Fe, Argentina. Edición del
autor, 2007, Santa Fe.
EL AUTOR
Trudy,
nació en la ciudad de Santa Fe, en la provincia homónina. Profesora de francés,
procuradora luego abogada y magíster en Administración pública desempeñándose
como asistente legal en la Fiscalía de la ciudad de Santa Fe. Coordinó talleres
literarios para adolescentes en la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad
de Santa Fe, y hace 20 años integra la Comisión Directiva de la Asociación
Santafesina De Escritores, A.S.D.E., actualmente (2017) es la Presidente. Ha
publicado: La Casa de los Amos (1994) y El Cazador de Moscas (1995) ha
integrado más de 13 Antologías, y colaborado en columnas de tres diarios y más
de cinco revistas. Ha sido premiada en diversas convocatorias y concursos, más
de siete premios.
SINOPSIS: (Fragmento del
Prólogo)
“No es aventurado afirmar
que este primer libro de poemas de Trudy Pocoví, cumple con el decir de Julio
Cortázar: “el poeta anhela expresar, la cosa
misma que lleva adherida al corazón”.
Por eso, es que ella asume
los sentimientos que la habitan para sustentar con ellos la fructífera
elaboración de sus poemas: límpidos en su ejecución, serenos en su pensamiento,
intensos en su emoción, iniciándose de este modo, con dignidad, en el ámbito de
la lírica nacional.” (Gloria de Bertero. Pág.
7)
LA OBRA
La obra está estructurada en cinco partes. La Parte I “Jirones de
nanas, lunas y aguas” me ha llevado a una dulce, e intensa, travesía fluvial…
un viaje en canoa con remanso lento, con recuerdos y adornado por una luna
gigante que ha sido pintada por la voz de algún ancestral canto familiar.
La Parte II “Jirones de islas y crecidas”, me duele en las
crecientes vividas, en los recuerdos de inundaciones resistidas, de otras
padecidas, aquí en mi litoral, aquí donde hay laberintos de arena, en donde
jugó Horacio Guaraný y en donde la arena se pinta de Venecia. Recuerdos en
donde sangra lágrimas cada sauce, donde cada recuerdo de arcilla, donde cada
espalda soportó el peso de bolsas de arenas, y las manos apretaron con cada
luna una pequeña cruz precedida por cuentas de plástico marrón.
Amo este paisaje
de agua y de canoas
amo este infinito
de redes y aparejos,
el cielo desdibujando la orilla
y el hechizo guaraní
en los camalotes descendido.
La Parte III, “Jirones a la salida de la misa”. Me duele en la
hipocresía social. Me duele en la invisibilidad de seres abandonados en la
atmósfera donde la humanidad se transfigura en un exquisito sermón que pierde
cuerpo en la última nota del órgano o del sonido de zapatos cruzando la calle…
Estoy aquí, en el silencio
en este silencio del olvido
que no olvida,
En este silencio de grietas
de uñas en la tierra
de los gestos huérfanos
o penitentes.
L
a Parte IV “Jirones de calle”, me duele en la madrugada, en la
mañana, me duele en la tarde y me despedaza en la noche oscura de las almas
desposeídas de un hogar que habitan la urbanidad de las ciudades…
Finalmente la Parte V “Jirones de conciencia o impotentes
disculpas” me duele en la inocencia perdida, me duele en la luna y en las
manitos pintadas de negro de los angelitos a los que solo dios puede proteger
de una de las más grandes sombras…
“Los textos que componen el
presente poemario, fueron distinguidos con el Premio “Certámen Anual Leoncio
Gianello” de la Asociación Santafesina de Escritores – A.S.D.E- categoría
Poemario Inédito, año 1995, que , de todos los muchos o pocos premios
recibidos, es , sin lugar a dudas el más querido.-
Y no es que considere que una
distinción literaria es, por sí misma, garantía de la calidad de una obra, pero
en mi caso particular, tuvo el valor de haberme infundido una considerable
cuota de confianza y aliento que me animaron a darle a “Jirones de nada” la
oportunidad de “ser libro”, aunque ello me haya llevado casi seis años, y
afrontar el más arduo y encumbrado de los desafíos: ser leído. No sé por quie,
ni por cuántos, nin cuándo ni cómo ni donde. Será el secreto del libro, será mi
silenciosa esperanza.-Pero desde ya, amado,
buscado, imprescindible lector, que le darás vida con tu vida a toda esta tinta
y a todo este papel, GRACIAS.- ”
(Trudy
Pocoví en “Palabras Preliminares, pág. 6)
No hallan espacio los juegos
de
madrugada.
No cierran estrellas tus ojos
de
madrugada.Cajas, cartones, hasta la rabia se carga de
madrugada. De madrugadalos cascos tienen ecoy tus duendes escarcha.(De
madrugada. Pág. 51)
Me gusta la impronta propia de la autora, he tenido la fortuna de
escucharla narrar, recitar y la encuentro en estos versos, con propio ritmo y
rima, con propios recursos, versos libres y con una soltura y relajación propia
de sus cuerdas vocales al narrar… son pensamientos y reflexiones llevados a tus
neuronas y de allí como una corriente acuosa a las fibras más internas y
emocionales… a la infancia de cualquier santafesino que aún recuerda el antaño
litoraleño, la isla santafesina más virgen… pero hay realidades que duelen
porque siguen siendo contemporáneas. Éstas últimas las encontrarás entre las
nanas y la última luna que Trudy Pocoví menciona.
Recomiendo su lectura, por la propia experiencia. Un libro que te
lleva como en un oleaje suave, de repente la canoa se mece, te estremece, pero
te agarrarás fuerte de los maderos, vuelve la quietud luego de movilizarte, y
te sigue llevando hacia la próxima página.
Puntaje extra: Porque permite
vivir la geografía de su litoral santafesino. Para mí es importante que los
autores publiquen haciendo referencia a diversos cardinales del mundo,
llevarnos de viaje, pasear por ellos… pero volver su lugar, dejar las huellas
del río, de la isla, considero que permite vivir Santa Fe. Valoro mucho esto de
allí un bonus.
Agradezco su colaboración con
el Blog y felicito a esta autora.
Contacto: en Facebook Trudy Pocoví
Estrellas: 4/5
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Espero haya sido de su interés, likeen,
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Les dejo un abrazo fuerte, hasta la
próxima entrada estimados.
