Hasta que finalmente se inició una nueva pandemia. Una gran ficción que envuelve la realidad de la cuestión. Quien puede negar un guión que involucra el poder económico y la dominación. Jugar a ser Dios. ¿Desarrollar un virus para controlar la mortalidad de los más ancianos? ¿Ir contra los adultos mayores retirados para liberar espacio para los jóvenes? ¿Devastar lo cuantitativo de pobres con solo un pestañeo? Las ratas de laboratorio se desesperan. Tratan de refugiarse permaneciendo en sus cuevas. El poder económico avanza sobre la voluntad política. Todo se cierra. Todo se aísla. La dominación es clara. La libertad se trunca. La prohibición se camufla. Oriente paga un alto precio. Todos lo pagaremos. Así, entre guantes, barbijos y toneladas de jabón nos perdemos en la preocupación. Nos angustia la mediatización irresponsable y amarillista. Se cuidan los que quieren, se justifican los que pueden, cada cual hace lo que quiere y lo que puede, mientras los que acatan sufren y se unen en una oración colectiva. ¿Estamos en las manos de Dios? ¿Estamos a merced del hombre? ¿Guerra bacteriológica o viral pre-anunciada? ¿Dominio global a través del miedo? No caben dudas que se les fue de las manos el experimento. El virus desconoce la moneda. Desconoce de clases. Ataca silente. Ingresa por los ojos, por la nariz o por la boca. Te corrompe la salud invadiendo las células. Miles de muertas dejará a su paso, miles de oraciones. La consigna es cuidar al otro. Aislarse. Supervivencia. Sobrevivir. ¿Nada mejor que el miedo para dominar cierto? Cuando esto termine, si es que termina, se comenzará a planificar algo diferente, ellos siempre encuentran algo para concretar sus objetivo. El resto de los mortales seguiremos siendo como las criaturas en sus cuevas. Mientras ves como muchos extrañamente son inmunes, y la película de nuestras vidas es musicalizada por la registradora gritando desgarradoramente: Ka-ching!
Este es un pequeño espacio en donde compartiré reseñas de libros (interés personal, regalo o recomendación). Espacio personal para catarsis, sinceridad literaria y creaturidad al mejor estilo "Bauticista". Entrevistas e infos. Estoy motivado a leer autores autopublicados. He leído muchos libros, mi intención es comentarlos para difundir el arte de mis colegas. El sitio implementa cookies y publicidad. No se olviden un clic en #Seguir para conectarnos sin pausa. #Buenavida
sábado, 28 de marzo de 2020
Corona virus ¿Por qué?
Hasta que finalmente se inició una nueva pandemia. Una gran ficción que envuelve la realidad de la cuestión. Quien puede negar un guión que involucra el poder económico y la dominación. Jugar a ser Dios. ¿Desarrollar un virus para controlar la mortalidad de los más ancianos? ¿Ir contra los adultos mayores retirados para liberar espacio para los jóvenes? ¿Devastar lo cuantitativo de pobres con solo un pestañeo? Las ratas de laboratorio se desesperan. Tratan de refugiarse permaneciendo en sus cuevas. El poder económico avanza sobre la voluntad política. Todo se cierra. Todo se aísla. La dominación es clara. La libertad se trunca. La prohibición se camufla. Oriente paga un alto precio. Todos lo pagaremos. Así, entre guantes, barbijos y toneladas de jabón nos perdemos en la preocupación. Nos angustia la mediatización irresponsable y amarillista. Se cuidan los que quieren, se justifican los que pueden, cada cual hace lo que quiere y lo que puede, mientras los que acatan sufren y se unen en una oración colectiva. ¿Estamos en las manos de Dios? ¿Estamos a merced del hombre? ¿Guerra bacteriológica o viral pre-anunciada? ¿Dominio global a través del miedo? No caben dudas que se les fue de las manos el experimento. El virus desconoce la moneda. Desconoce de clases. Ataca silente. Ingresa por los ojos, por la nariz o por la boca. Te corrompe la salud invadiendo las células. Miles de muertas dejará a su paso, miles de oraciones. La consigna es cuidar al otro. Aislarse. Supervivencia. Sobrevivir. ¿Nada mejor que el miedo para dominar cierto? Cuando esto termine, si es que termina, se comenzará a planificar algo diferente, ellos siempre encuentran algo para concretar sus objetivo. El resto de los mortales seguiremos siendo como las criaturas en sus cuevas. Mientras ves como muchos extrañamente son inmunes, y la película de nuestras vidas es musicalizada por la registradora gritando desgarradoramente: Ka-ching!
Wow Leito! Realmente comparto cada palabra, cada idea que expresaste. Lo más triste es ver que para los gobiernos valga más el dinero, el poder que la vida misma!
ResponderEliminarSin ninguna duda. La plata domina el mundo, y vuelve egoístas a muchos seres humanos. una pena. Dios nos proteja. Gracias por tu comentario!! Abrazo corazón
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